El Parlamento Europeo reclamó ayer a los líderes de la Unión Europea (UE) que reemprendan la negociación de la Constitución europea de inmediato este enero. Los eurodiputados temen que si se deja dormir esa cuestión crucial durante tres meses, como se acordó en la fracasada cumbre constitucional de Bruselas, existe el riesgo de que se agrave la división interna. La Eurocámara quiere que la Constitución se apruebe antes del ingreso de los 10 nuevos miembros, el 1 de mayo, a partir del proyecto elaborado por la Convención, que España no acepta en su apartado institucional.

CRISIS GRAVE "Estamos ante una crisis grave y fundamental", advirtieron los líderes de los grupos socialista y liberal, Enrique Barón y Graham Watson. "Sin Constitución, la UE no tiene ningún futuro", destacó el líder del grupo popular, Hans-Gert Pöttering.

Irlanda, que asume la presidencia de la UE el próximo 1 de enero, "debe convocar de inmediato a los ministros de Asuntos Exteriores en enero" para consolidar los compromisos alcanzados en la mayoría de cuestiones y llegar a un consenso sobre el tema pendiente de la toma de decisiones, insistieron los eurodiputados Íñigo Méndez de Vigo (PP) y Carlos Carnero (PSOE).

La gestión de la presidencia italiana y, en especial, del primer ministro, Silvio Berlusconi, en las negociaciones de la Constitución fue criticada con dureza por los principales grupos parlamentarios, a excepción del PP. El fracaso de la cumbre "es un fracaso personal" de Berlusconi, resumió el británico Watson. "Su propuesta secreta resultó ser una servilleta manchada de helado con unos pocos malos chistes escritos en ella", remachó el dirigente liberal.

La mayoría de los eurodiputados evitaron culpabilizar a países concretos. Sin embargo, desde las filas socialistas se atacó la actitud del presidente español, José María Aznar. "España siempre estuvo en la vanguardia de la UE y ahora está a la zaga", lamentó Barón.