El Gobierno español aportará 20 millones de dólares (16 millones de euros, unos 2.660 millones de pesetas) para la zona devastada por el terremoto en Irán. La ayuda tendrá carácter de donación y se materializará en equipos sanitarios, de potabilización de agua y de electricidad.

El ministro de Economía, Rodrigo Rato, anunció ayer que la aportación se aprobará en el primer Consejo de Ministros del próximo año, que se celebrará el 9 de enero. Hasta entonces, dijo, técnicos de la secretaría de Estado de Comercio diseñarán la lista concreta de necesidades, en coordinación con funcionarios iranís. Rato comunicó ayer a su homólogo iraní, Tahmasb Mazaheri, el compromiso español y le expresó su solidaridad.

HOSPITAL DE CAMPAÑA Al margen de esta aportación, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), en una acción conjunta con la Cruz Roja, envió ayer a Irán un avión Hércules de la Fuerza Aérea Española con un hospital de campaña a bordo. La nave partió a las 17.26 horas de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) con destino al aeropuerto de Kerman, ciudad próxima a Bam donde se ha instalado el centro de distribución.

En el avión viajaban un representante de la Agencia Española de Cooperación Internacional, dos miembros de Protección Civil, dos del SAMUR de Madrid, dos de la Cruz Roja, dos del Ejército de Tierra y tres de la organización no gubernamental Médicos del Mundo. El hospital, valorado en 90.000 euros (unos 15 millones de pesetas), mide unos 38 metros cuadrados y contiene un equipo de traumatología.

Para hoy se prevé que parta otro Hércules con una unidad potabilizadora de agua y material de primeros auxilios. La carga, de 40 toneladas, está valorada en unos 300.000 euros.

CONTINÚAN LAS CRÍTICAS Entre tanto, el presidente de Bomberos sin Fronteras, José Pérez, insistió ayer en sus críticas al Gobierno por no facilitar un avión a 20 voluntarios de esa organización que pretendían viajar a Irán la noche del viernes para participar en las tareas de rescate. Pérez reiteró a este diario que la AECI les había garantizado el traslado y rechazó el argumento del Ministerio de Asuntos Exteriores de que tal compromiso no existió porque el Gobierno de Teherán nunca solicitó ese tipo de colaboración.

Pérez alegó que el envío de equipos de rescate se suele realizar de modo automático y sin esperar a peticiones formales, pues su eficacia se circunscribe a las primeras 72 horas tras la catástrofe. Agregó que, en el reciente terremoto de Argelia, el Gobierno sí les facilitó el traslado de modo inmediato.