La resistencia iraquí ha dado una vuelta de tuerca en los últimos días y ha colocado en su punto de mira a civiles occidentales que de una forma u otra colaboran con las fuerzas de ocupación en Irak. En el último ataque, un ciudadano alemán y otro holandés fueron tiroteados ayer en su coche cerca de Hillah, en un ataque en el que también murieron dos iraquís que viajaban con los occidentales. Los ataques coinciden con la advertencia del administrador estadounidense de Irak, Paul Bremer, de que los ataques se intensificarán a medida que se acelera el proceso de transición a los iraquís, y se producen a pocos días de que se cumpla el primer aniversario del inicio de la guerra, el próximo sábado.