La Casa Blanca se esforzó ayer en contrarrestar las graves acusaciones vertidas contra el presidente de EEUU, George Bush, por el antiguo jefe del servicio de contraterrorismo, Richard Clarke, que el domingo lo denunció por "ignorar" la amenaza que suponía Al Qaeda antes del 11-S, ya que consideró que el presidente estaba obsesionado con Irak.

"Me parece ofensivo que el presidente se presente a la reelección apoyándose en las grandes cosas que ha hecho contra el terrorismo, a pesar de que lo ignoró durante meses, cuando tal vez pudimos hacer algo para detener el 11-S", declaró Clarke en una entrevista concedida a la cadena de televisión CBS, previa a la salida de su libro Contra todos los enemigos, en el que detalla sus acusaciones.

La Casa Blanca acusó ayer a Clarke de criticar a Bush por "motivos políticos y para promocionar su libro". El senador republicano Chuck Hagel salió en su defensa: "Es un profesional serio".