Los máximos dirigentes de los países aliados en la segunda guerra mundial y del antiguo enemigo, Alemania, compartieron ayer en Normandía un sentido homenaje a los soldados caídos para "liberar Europa" de la barbarie nazi, y reforzar la nueva alianza con ocasión del 60° aniversario del desembarco en Normandía, el 6 de junio de 1944. En su perfecto papel de maestro de ceremonias, el presidente francés, Jacques Chirac, citó a la ONU como "símbolo y garante" de los valores de la "libertad y justicia" por los que murieron los soldados del Día D.

La ceremonia internacional en la playa de Arromanches fue el momento culminante de una cascada de actos civiles y militares que se desarrollaron a lo largo del día. También fue el momento más emotivo de la jornada. Tras una salva de 21 cañonazos, 22 jefes de Estado y de Gobierno representantes de 16 países se pusieron en pie, junto con los 6.000 asistentes, para aplaudir el desfile de los 133 veteranos de todos los países que participaron hace 60 años en la operación Overlord, cargados de medallas, algunos en silla de ruedas y muchos de ellos con los ojos llenos de lágrimas.

SOLEMNE LLAMAMIENTO En su discurso, Chirac hizo un solemne llamamiento a "permanecer fieles" a los "valores humanistas" por los que tantos jóvenes "dieron sus vidas". "La ONU es el símbolo y garante de aquellos valores", subrayó Chirac, el único en hablar en la ceremonia, en la que compartió primera fila con el presidente estadounidense, George Bush, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, entre otros.

La jornada de actos y conmemoraciones comenzó de buena mañana, con una ceremonia franco-estadounidense en el cementerio militar de Colleville, donde reposan 9.386 soldados estadounidenses. Allí Chirac recordó el sacrificio de los soldados caídos por la liberación de Francia y de Europa.

"Francia no olvidará jamás lo que debe a América, su amiga de siempre, y a todos los aliados, gracias a los cuales Europa por fin reunificada vive en paz, en libertad y democracia", dijo el presidente francés.

Con las banderas a media asta en memoria del expresidente estadounidense Ronald Reagan, Bush subrayó que Francia "ha sido el primer amigo de América en el mundo", refiriéndose al apoyo francés durante la guerra de la Independencia, a finales del siglo XVIII. Bush no pudo evitar una referencia a las diferencias sobre Irak que separan a Washington y París, al afirmar que la alianza transatlántica que se forjó "para la causa de la libertad en toda Europa", sigue "siendo necesaria actualmente".

De Coleville a la playa Juno, donde desembarcaron los canadienses, pasando por Bayeux u Omaha, los veteranos participaron en todos los actos conmemorativos. Algunos era la primera vez que hacían este viaje a la memoria, pero todos eran conscientes de que probablemente no lo volverán a repetir debido a su avanzada edad. Al final de la ceremonia, en la playa de Juno, muchos lloraban y otros recogían un puñado de arena para no olvidar.

En Bayeux, el primer ministro británico, Tony Blair, saludó cariñosamente a los veteranos británicos y dijo a uno de ellos, Gordon Church: "En nombre de mi generación, muchas gracias".

Cerca de 60.000 soldados aliados murieron en Normandía durante la primavera-verano de 1944, y 75.000 soldados alemanes están enterrados allí. El agradecimiento de Francia lo expresó de nuevo Chirac condecorando con la Legión de Honor a 14 supervivientes de la epopeya.

"A vosotros, los héroes legendarios del alba del 6 de junio de 1944 enrojecida por la muerte", "símbolos admirables" de valor y entrega, "os expreso nuestro reconocimiento y orgullo, nuestra gratitud y admiración", dijo Chirac al poner la primera medalla. El combate de los veteranos "nos obliga. Vuestro compromiso es para nosotros, para las generaciones futuras, un ejemplo, una exigencia, un deber. No hay futuro sin memoria", añadió.

En primera fila estaban los líderes de EEUU, Reino Unido, Canadá, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Grecia, Eslovaquia, República Checa, Australia, Nueva Zelanda, Rusia y Alemania. Ante ellos, Chirac reafirmó la importancia de la alianza atlántica que, indicó, "sigue siendo un elemento fundamental de nuestra seguridad colectiva". También destacó la presencia del canciller Gerhard Schröder, con el que, añadió, "damos testimonio de la ejemplaridad de la reconciliación franco-alemana".