Pese al horror que ha sacudido a EEUU al contemplar la decapitación del ingeniero Paul Marshall Johnson por miembros de Al Qaeda en Arabia Saudí, la Administración de George Bush pidió ayer a los 35.000 estadounidenses residentes en ese país que afronten el creciente riesgo y no se marchen, porque sería una victoria para los terroristas.

"Si se marchan, habrán ganado los terroristas y no creo que ni los saudís, ni los estadounidenses, ni esos valientes muchachos que trabajan en Arabia Saudí quieran que eso suceda", declaró el secretario de Estado, Colin Powell. Y, añadió que se está incrementando la seguridad para las compañías petroleras que trabajan en el país árabe.

El llamamiento de Powell choca con la recomendación emitida poco antes por su departamento para que los estadounidenses eviten viajar a Arabia Saudí y quienes residan allí abandonen el país. Incluso la Embajada de EEUU en Riad ha retirado a todo su personal no indispensable debido a la escalada terrorista.

La brutal ejecución de Johnson sumió ayer en el espanto y la pena a Eagleswood, el pequeño pueblo de Nueva Jersey donde residía. Su familia no hizo declaraciones pero Debbie Fadde, amiga de toda la vida, confesó que estaba "deshecha".

Las autoridades saudís, por su parte, confirmaron la muerte de Abdelaziz al Muqrin, líder de Al Qaeda en el reino saudí, junto con otros tres de sus acompañantes, en un tiroteo registrado el viernes por la noche en el céntrico barrio de Malaz, horas después de que la red de Osama bin Laden anunciara haber decapitado a Paul Johnson. La televisión saudí mostró imágenes de los cuatro cadáveres, cuyos nombres figuraban en la lista de los 26 terroristas más buscados.

Según la televisión, en el tiroteo murió un policía, otros dos resultaron heridos y fueron incautadas importantes cantidades de dinero. Uno de los muertos en la operación fue Faisal ben Abdel Rahmán al Dejil, uno de los activistas más buscados, que apareció en un vídeo del asesinato de un norteamericano.

En la operación fueron detenidos otros 12 presuntos terroristas, entre ellos un sospechoso de haber participado en el ataque contra el buque de la Armada de EEUU USS Cole, en Yemen. "Está considerado uno de los principales lugartenientes de Muqrin", dijo una fuente saudí.