La policía y los habitantes de Faluya descartaron ayer la presencia de combatientes extranjeros en su ciudad después del ataque aéreo norteamericano de la víspera, que, según los mandos militares norteamericanos, estaba dirigido contra un refugio de la célula que dirige el jordano Abú Musab al Zarqaui, considerado como el máximo dirigente de Al Qaeda en Irak. "No hemos encontrado nada que nos hiciera suponer que había presencia armada" en el lugar atacado, declaró a France Presse el capitán Mohamed Abdel Karim.

"El ataque tenía como objetivo un barrio pobre situado al sur de Faluya y concretamente la casa de un ciudadano; varios miembros de su familia y vecinos resultaron muertos", subrayó Abdel Karim. Según la policía iraquí, "entre los mártires había tres niños de entre ocho y 12 años", y en total, el número de víctimas mortales como consecuencia del ataque se eleva a 26, un número superior al ofrecido el día anterior. El oficial de policía iraquí insistió en que nunca, durante sus patrullas, se han topado con combatientes árabes o extranjeros".