El líder de Al Qaeda en Irak, Abú Musab Zarqaui, amenazó ayer con decapitar a tres rehenes turcos si en el plazo de 72 horas, no abandonan el país las empresas y empleados turcos. Como en ocasiones precedentes, Zarqaui envió a Al Jazira el vídeo en el que muestra a los tres rehenes.

Detener a Zarqaui se ha convertido en el objetivo prioritario de las fuerzas estadounidenses, que han ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares (8,2 millones de euros, 1.364 millones de pesetas) por su captura, según se informó oficialmente ayer. "Es el objetivo número uno dentro del país", dijo ayer en rueda de prensa el portavoz del Ejército de EEUU, Mark Kimmit.

Mientras, la violencia persiste en el país, al acercarse la fecha del traspaso de poderes al Gobierno interino, el próximo miércoles. La cadena de televisión Al Jazira informó anoche de la explosión de un coche bomba en la ciudad de Hilla, situada a 100 kilómetros al sur de Bagdad, que provocó al menos una treintena de muertos.

En la ciudad kurda de Erbil, el ministro de Cultura, Mahmud Mohamad, resultó herido al ser atacado con una bomba su vehículo. Uno de sus guardaespaldas murió. Mohamad es miembro del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), que dirige Masud Barzani.