L crisis de los rehenes en Irak dio ayer un nuevo viraje con la entrada en acción de un mediador iraquí que entabló negociaciones para salvar la vida de tres indios, un egipcio y tres kenianos, cuyos captores amenazan con matarlos si la compañía kuwaití para la que trabajan no se va de Irak. El ultimátum para la ejecución de los rehenes vencía anoche. Otros dos camioneros turcos fueron secuestrados por el grupo que dirige Abú Musab al Zaraqaui, que amenazó con decapitarlos en 48 horas si la empresa para la que trabajan no abandona el país.

El mediador iraquí es el jeque Hisham al Dulaymi, un líder tribal que ya logró la liberación de tres rehenes japoneses, en abril, y dos rusos, en mayo. Al Dulaymi comenzó a discutir con un representante de la empresa Kuwait and Gulf Link Transport las condiciones para liberar a los siete camioneros. Los secuestradores, que dicen pertenecer al grupo Ejército Secreto Islámico-Brigada Banderas Negras, exigen la retirada de Irak de la empresa kuwaití, a la que acusan de apoyar a las fuerzas de ocupación, transportándo bienes para ellas.

Al Dulaymi dijo que actuaba por "consideraciones humanitarias" y amenazó con abandonar la mediación si la empresa kuwaití rechazaba acceder a las demandas de los secuestradores. Su primer logró fue alargar en 24 horas el plazo del ultimátum, hasta ayer por la noche.

LIBERADO UN CHÓFER Una veintena de rehenes siguen en manos de grupos armados en Irak pero ayer se esperaba la inminente liberación de cuatro chóferes jordanos, después de que sus secuestradores constataron de que no transportaban bienes destinados a las tropas estadounidenses. Otro camionero turco fue puesto en libertad tras prometer que no volverá a Irak. Y el gobernador de la provincia suní de Al-Anbar se mostró dispuesto a dimitir para lograr la liberación de tres de sus hijos.

Los incidentes violentos no cesan. El director de una escuela de profesores de Mahmudiya y representante de un partido shií próximo al gran ayatolá Alí Sistani fue asesinado el viernes.

Por otra parte, el representante del líder shií radical Moktada al Sadr en Kerbala, el jeque Mithal al Hasnui, fue arrestado ayer en una operación de soldados de EEUU y de la Guardia Nacional iraquí. Un portavoz shií advirtió: "Las detenciones agrandan la fosa entre nosotros y el Gobierno".