Las autoridades ucranianas y la oposición, liderada por el candidato liberal a la presidencia, Viktor Yuschenko, sellaron ayer un acuerdo clave que desbloquea la crisis política en esta antigua república soviética, originada por las polémicas y fraudulentas elecciones presidenciales del 21 de noviembre. La Rada (Parlamento unicameral) aprobó varias reformas políticas y electorales que harán de Ucrania una república parlamentaria y que abren camino a unos comicios justos y transparentes.

La reforma de la Constitución, que prevé recortar los actuales poderes presidenciales a favor del Legislativo y el Ejecutivo, y las enmiendas a la ley electoral fueron aprobadas en la misma votación por 402 diputados de los 442 presentes en la Rada.

RECORTE DE PODERES De acuerdo con las reformas constitucionales, el Gobierno será designado por el Legislativo. Además, los máximos jefes regionales, hasta ahora nombrados por el presidente y subordinados sólo a él, serán promovidos por el Gobierno y nombrados por el presidente, además de estar supeditados al Ejecutivo. Para resaltar este consenso histórico, el presidente saliente, Leonid Kuchma, firmó las enmiendas.

La Rada disolvió también a la Comisión Electoral Central (CEC) y formó una comisión nueva. De los 15 nuevos miembros de la CEC, que supervisará la repetición de la segunda vuelta de las presidenciales, convocada para el 26 de diciembre, 11 estaban ya en la Comisión anterior. Yuschenko mostró su satisfacción por el "compromiso" y afirmó que abre el camino para su victoria en las próximas elecciones. "El 21 de noviembre no se reproducirá nunca más en Ucrania", aseguró Yuschenko, en referencia a la segunda vuelta de las elecciones cuyo resultado fue anulado por el Tribunal Supremo por fraude masivo.

Tras conocerse la decisión de la Rada, la número dos de la oposición, Yulia Timoshenko, anunció el desbloqueo de las sedes de las instituciones estatales en Kiev, que desde el 21 de noviembre estaban cercadas por miles de partidarios de Yuschenko. Además, la oposición dejó de reclamar la destitución del primer ministro prorruso y candidato oficialista, Viktor Yanukovich, quien ha confirmado que se presentará a los comicios.

Yanukovich calificó la decisión de Rada como un "golpe de Estado", y criticó la composición de la comisión electoral central. "Un golpe de Estado se está desarrollando a cámara lenta", dijo.

Rusia reiteró que las nuevas elecciones serán una farsa. El mediador en las negociaciones entre el poder y la oposición ucraniana y el presidente de la Duma (Cámara baja rusa), Boris Gryzlov, calificó de "ilegal" la decisión del Supremo, y dijo que sólo Yanukovich tiene capacidad para mantener unido al país.