El presidente de EEUU, George Bush, va a empezar su segundo mandato enfrentándose a un creciente descontento con la guerra de Irak. Un sondeo de The

Washington Post mostró ayer que el 56% de los encuestados cree que "no merece la pena luchar" en Irak.

Aunque una ligera mayoría cree que la contienda puede haber mejorado la seguridad de EEUU a largo plazo, el 70% opina que esa ganancia tiene un coste "inaceptable" de bajas. Sólo el 35% aprueba la gestión del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.