Un tribunal militar decidió ayer liberar al capitán israelí acusado de matar a quemarropa y de rematar posteriormente a una niña palestina de 13 años en el campo de refugiados de Rafah el pasado octubre. La liberación se produjo por el cambio de opinión de un soldado que, después de acusar a su capitán de haber rematado a la niña, durante el juicio se desdijo y afirmó que había mentido en su primer testimonio contra el oficial. Gran parte de la acusación se basaba en este testigo.