LUGAR Y AÑO DE NACIMIENTO CIEGO DE ÁVILA (CUBA) HACE 58 AÑOS

PROFESIÓN PERIODISTA Y POETA

TRAYECTORIA DISIDENTE CON EL RÉGIMEN DE CASTRO. SUFRIÓ 20 MESES DE PRISIÓN, ACUSADO DE CONSPIRAR CON ESTADOS UNIDOS. SALIÓ EN LIBERTAD EL PASADO 30 DE NOVIEMBRE

--¿A qué Gobierno español le debe más por su liberación?-- A los dos, a partes iguales. Fue la armonía entre la política dura de Aznar y la dialogante de Zapatero. Aznar dio un portazo por las detenciones masivas. Y la política de Zapatero se transformó en un diálogo que favoreció la apertura.

--Muchas personalidades firmaron para pedir su libertad.--Para el Gobierno cubano fueron muy importantes las firmas de la izquierda española. Les desconcertó. Me pasaron la lista y me sorprendí al ver a periodistas, intelectuales y artistas. En la izquierda siempre hubo una distancia porque mantuvo posiciones de solidaridad con el Gobierno cubano. Pero yo respeto esa actitud.

--¿También desde prisión?--No, cuando uno está en la cárcel es mucho más difícil de entender la solidaridad con el régimen de Castro.

--¿Cómo ve la relación entre el pueblo cubano y el español?-- Es rarísima. Nadie entiende nada y eso es de ida y vuelta. Es como si te enfadas con un primo tuyo, es más grave que si es con un vecino. No es lo mismo lo que diga cualquier gobierno europeo que si lo dice España. Insulta más o agrada más.

--¿Va a ayudar desde aquí a los disidentes encarcelados?--Lo que quiero es trabajar de una forma profesional, como periodista. Promoviendo que se hable. Dentro de Cuba no hice periodismo político y ahora no voy a salir con una pancarta. No le tengo ningún miedo a las palabras. Lo que no quiero es politizar mi vida de esa manera.

--¿Cómo traducirá esa actitud en su profesión?--Hay que describir la realidad, no calificarla. No hace falta decir que en Cuba hay una dictadura, sólo contar lo que está pasando.

--¿Y qué está pasando?--Que no puedes salir de viaje sin autorización, ni decidir qué almorzar en tu casa, ni qué va a estudiar tu hijo, porque eso lo decide el Gobierno. No se te permite publicar tus pensamientos ni elegir a un candidato. Eso es lo que hay que contar. Pero no quiero usar un lenguaje fuera de Cuba distinto al que usaba allí.

--Muchos sí lo hacen.--Sí, salen y empiezan a insultar. Es deshonesto. Si tú no dices una cosa allí, no la digas afuera tampoco porque, entonces, una de las dos veces era mentira.

--¿Llegó a perder la esperanza durante el tiempo en que estuvo en la cárcel?--Se escapa el tiempo y la vida. Me amargué. Estuve con un hombre condenado a muerte y dos muchachos jóvenes, a cadena perpetua, así que la conversación no podía ser optimista. Tenía 57 años y me condenaron a 20, con lo que yo también tenía una cadena perpetua. Tuve momentos de angustia y pensé que no se solucionaría.

--¿Cómo evitaba la angustia?--Buscaba la forma de no dejarme vencer. En una celda de aislamiento, te empiezas a descuidar y a desmoronarte. Yo me afeitaba todos los días. Sólo había agua 15 minutos, pero me obligaba a bañarme. Y la poesía fue muy importante, como lector. La antología de Los mil mejores poemas de poesía castellana y el diccionario de María Moliner. También escribí mucha poesía. Me permitían sacar de la cárcel ocho o nueve poemas de amor cada tres meses.

Los mil mejores poemas de poesía castellana

--Se convirtió en un héroe.--Sí, cuando salí me decían que era muy valiente pero yo respondía que no, que sólo administré mi miedo. Lo único que el Gobierno de Castro te deja administrar es el propio miedo. Lo que más asustaba eran los interrogatorios. A mí nunca me dio miedo, yo dije que firmaría todo siempre que no apareciera el nombre de otra persona. No soy conspirador, sino periodista.