A SEIS SEMANAS del referendo sobre la Constitución europea y con todas las encuestas augurando el triunfo del no, el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, se enfrenta a las primeras disensiones en su Gobierno. El titular de Interior, Dominique de Villepin, le exigió el domingo un cambio en la política para dar respuesta al malestar del electorado.