El Parlamento Europeo, a iniciativa de los grupos popular y liberal, condenó ayer "el súbito cambio de estrategia" hacia Cuba decidido por el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE), a instancias de España, y la suspensión de las sanciones políticas europeas contra el régimen de Fidel Castro.

Esta condena, incluida en el informe sobre los derechos humanos en el mundo durante el 2004, fracturó la Eurocámara y provocó la abstención del Grupo Socialista. El informe fue aprobado por una exigua mayoría de 251 votos, inferior al número de las abstenciones (255). Hubo 64 votos en contra.

Toda la Eurocámara coincidió en reclamar a La Habana el reconocimiento de la libertad de expresión y reunión, una moratoria de las penas de muerte y la libertad inmediata de los opositores encarcelados. La fractura surgió en la segunda parte del apartado, en la que se condena la nueva política de Bruselas hacia la isla del Caribe.

MASACRES EN VENEZUELA La denuncia sobre "las matanzas perpetradas por las fuerzas policiales" en Venezuela también fue motivo de polémica en el hemiciclo.