La amenaza de atentados contra el metro neoyorquino durante el fin de semana, que mantuvo en vilo a los 4,7 millones de usuarios y desencadenó un espectacular aumento de la seguridad desde el jueves anterior, resultó ser falsa, según confirmaron ayer fuentes oficiales. La credibilidad de la amenaza fue puesta en duda desde el principio por expertos del espionaje.

Los medios de comunicación dieron cuenta de que el informante que reveló en Irak el supuesto plan de ataque contra el metro reconoció que esta información era falsa. La especificidad de la amenaza, que señalaba el viernes y el domingo pasados como días para los atentados, hizo sospechar a los expertos de inteligencia.