El Ministerio de Interior iraquí anunció ayer una serie de drásticas medidas para garantizar la seguridad durante las elecciones legislativas que se celebrarán en Irak el jueves. Como ya ocurrió en otras consultas electorales, el Gobierno extenderá a partir de mañana el toque de queda de diez de la noche hasta las seis de la mañana. El miércoles se cerrarán las fronteras terrestres, así como los aeropuertos, al tiempo que entrará en vigor la prohibición de circular a todo vehículo que no tenga una autorización expresa.

Los sunís acuden a las elecciones divididos entre los que han optado por participar en el proceso político y los que mantienen el boicot hasta que no se marchen las tropas extranjeras.

Algunos grupos armados de la provincia de Anbar, formado por antiguos miembros del proscrito partido Baaz del derrocado presidente Sadam Husein, han manifestado la intención de proteger los centros de voto de posibles ataques de los terroristas de Al Qaeda, informó Reuters.

Por su parte, la Comisión Electoral de Irak (CEI) pidió ayer a las fuerzas de la coalición y del Ejercito iraquí que cesen sus ofensivas en todo el país para garantizar el normal desarrollo de las elecciones legislativas.