El presidente de Estados Unidos, George Bush, firmó ayer una ley que prohíbe las manifestaciones y protestas durante la celebración de funerales de militares estadounidenses. El nuevo texto legal veta la celebración de protestas a menos de 90 metros de la entrada del cementerio donde se celebre el servicio, así como a menos de 45 metros de la carretera que conduce al camposanto. Un grupo religioso de Kansas organizó protestas en diversos funerales para reivindicar que las muertes simbolizan la ira de Dios por la tolerancia hacia los homosexuales.