Tras el 11-S, el presidente George Bush declaró la Guerra contra el terror, cuyo objetivo era "la destrucción del conjunto de redes terroristas internacionales". Cuando se cumplen cinco años de esos ataques, es el momento de hacer balance del combate entre EEUU y Al Qaeda. Un análisis de la situación demuestra que, pese a que como organización ha quedado muy dañada, Al Qaeda ha ganado las primeras manos de la partida.