La cumbre Europa-Asia (Asem) concluyó ayer en Helsinki con un compromiso de los líderes de la Unión Europea (UE), China, Japón, Corea del Sur, Malasia, Indonesia, Tailandia, Camboya, Laos, Filipinas, Singapur, Vietnam, Birmania y Brunei de unir sus esfuerzos para combatir el terrorismo, que constituye "una amenaza para la comunidad internacional".

Los líderes guardaron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre del 2001 y destacaron que la lucha antiterrorista debe realizarse respetando el derecho internacional y fomentando el diálogo entre civilizaciones y creencias.

Los líderes asiáticos se sumaron a los europeos en la petición a Irán de suspender su programa de enriquecimiento de uranio y aceptar la oferta de las grandes potencias para desarrollar la energía nuclear civil. La cumbre también instó a Corea del Norte a abandonar su programa de armamento nuclear.

La UE y los países asiáticos reafirmaron su voluntad de intensificar sus relaciones económicas, en especial ante el fracaso de la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio para liberalizar los intercambios mundiales. Los países asiáticos también reiteraron su voluntad de contribuir a prevenir el cambio climático, pero sin compromisos concretos.