Un convoy español de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) sufrió ayer un ataque al sur de Farah, en el oeste de Afganistán. Fuentes de la OTAN explicaron que el incidente se produjo al explotar un artefacto al final de una columna militar que realizaba una operación de apoyo al Ejército afgano.

El ataque no causó heridos, ni daños materiales a los vehículos, aseguraron las mismas fuentes. Este es el tercer ataque que sufren las fuerzas españolas en el oeste de Afganistán en los últimos dos meses. Este ataque fue un episodio menor del recrudecimiento de la violencia que se registró ayer en Afganistán, al día siguiente de que el mando de la OTAN declarara una victoria táctica sobre los talibanes tras dos semanas de violentos combates en la región sur.

FALLECIDOS El principal ataque fue en la región de Kandahar, donde un atentado suicida mató a 4 soldados canadienses y 15 civiles, precisamente en la zona que el mando aliado había declarado libre de insurgentes. Asimismo, en Herat (oeste), al menos 11 personas resultaron muertas y otras 18 heridas en otro ataque, mientras en Kabul, una bomba causó la muerte a 4 policías e hirió a 10 personas.

La OTAN corre el riesgo de empantanarse en Afganistán por la falta de tropas y por el escaso avance de los proyectos de desarrollo que permitirían facilitar la estabilización del país, según reconocieron fuentes atlánticas. La Alianza Atlántica ha convocado un Consejo extraordinario de Ministros de Asuntos Exteriores el jueves en Nueva York para abordar la resistencia de los talibanes al despliegue aliado en su antiguo feudo del sur del país. El número de soldados de la OTAN muertos en la zona en las dos últimas semanas se eleva ya a 19.

La presión del mando de la OTAN a los países aliados para que aporten ahora unos 2.000 soldados adicionales para combatir en el belicoso sur de Afganistán ha causado malestar en algunos países, como Francia, Alemania, España, Italia y Turquía. Estos países comienzan a preguntarse si el despliegue en el sur no se ha realizado con demasiada precipitación para satisfacer la exigencia estadounidense de reducir sus tropas, y si no se subestimó el número de efectivos necesarios. Hay incluso dos provincias de la región sur donde ni siquiera se han podido desplegar tropas aliadas.

PROBLEMAS La corrupción del Gobierno afgano, la evaporación del 40% del presupuesto de reconstrucción y de la ayuda al desarrollo y la falta de coordinación de los organismos internacionales favorece el resurgir talibán y contrarresta los esfuerzos de estabilización de la OTAN, según lamentaron fuentes de la OTAN. Además, los fondos obtenidos por los talibanes a través del narcotráfico permiten pagar a sus combatientes 250 dólares al día, mientras el sueldo de un soldado afgano se limita a 6 dólares diarios.