Dos agentes antidisturbios franceses resultaron gravemente heridos en la noche del martes al caer en una trampa que les tendió una banda de jóvenes en los suburbios de París. Los dos policías, miembros de las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS), patrullaban en un vehículo sin distintivos cuando fueron salvajemente agredidos por una veintena de jóvenes armados con barras de hierro y bates de béisbol. La agresión desencadenó reacciones indignadas de todos los sindicatos policiales y los partidos políticos.

El ministro de Interior francés, Nicolas Sarkozy, visitó al policía más gravemente herido y prometió detener a los responsables e imponerles "sanciones ejemplares". "Si es necesario, iré a buscarlos yo mismo, uno por uno", añadió. El primer ministro, Dominique de Villepin, se comprometió a adoptar medidas apropiadas para anticipar el riesgo al que se ven enfrentados los agentes en zonas conflictivas.

DOS SEMANAS DE BAJA La agresión tuvo lugar sobre las 10 de la noche en el barrio de Tartˆrets, en Corbeil-Essonnes, una zona especialmente complicada. El vehículo fue atacado con proyectiles de todo tipo y tuvo que detenerse. El capitán al mando de la patrulla bajó del coche e inmediatamente le cayó encima una banda de "unos 20 individuos" que estaban escondidos.

Su colega intentó socorrerlo, pero fue golpeado y pateado. No obstante, los dos policías lograron alertar a sus colegas, que llegaron rápidamente, aunque los agresores ya se habían dispersado. El jefe de la patrulla fue ingresado en un hospital parisino para ser operado. Su colega estará de baja al menos 15 días.

El sindicato Synergie-Officier acusó a la justicia de dar a estas bandas la impresión de que hay "total impunidad". Para el Partido Socialista, la agresión "ilustra el fracaso estrepitoso" de Sarkozy y "la tensión extrema que reina en ciertos barrios".