Ring, ring..."¿Oiga? ¿Me pone con el señor Churchill? Buenos días, ¿podría pedir hora con el doctor Freud?-".

Hubo un tiempo en Gran Bretaña en el que los nombres, números de teléfono y direcciones de políticos, artistas y personalidades de la vida pública aparecían en el listín telefónico. Una era, que ahora parece imposible, en la que cualquiera podía llamar a los hogares de gente como el futuro primer ministro, el padre del psicoanálisis, o el maestro del suspense.

"Es muy difícil imaginar que alguien pueda encontrar el número de Tony Blair en los listines telefónicos de hoy", afirma Josh Hanna, el director de Ancestry.co.uk. Su compañía, dedicada al rastreo de historiales y genealogías familiares, acaba de poner en internet, con la colaboración de British Telecom, el contenido de las guías telefónicas británicas, cuyos primeros ejemplares se remontan a 1880.

El principal objetivo de la iniciativa es facilitar la búsqueda de antepasados. Los archivos, sin embargo, son una mina para los curiosos, porque están repletos de nombres famosos. Para llamar a Winston Churchill en los años 20, cuando era un destacado diputado conservador, bastaba con marcar el prefijo PAD, la abreviatura del barrio de Paddington, seguido por el 1003.

Uno de los primeros nombres registrados fue, en buena lógica, el del inventor del teléfono, Alexander Graham Bell, inscrito en la guía de 1880. El número de Bram Stoker, autor de Drácula (Victoria 1436), está en el listín de 1910 y en 1930 aparece el del actor Laurence Olivier. El número de Sigmund Freud, exiliado en Londres, a donde llegó con su familia huyendo de los nazis, está en el directorio de 1939.

"Nos hemos comprometido a preservar la historia de las comunicaciones y estoy encantado con este proyecto", asegura David Hay, responsable de los archivos de British Telecom. Ni siquiera el palacio de Buckhingham, en 1916, o en 1943, Kim Philby, el espía que colaboró con Moscú en la guerra fría, tuvieron inconveniente en que sus números de teléfono fueran de dominio público.

De momento, los 430 tomos de Londres y sus alrededores serán los primeros en ser accesibles en internet, conteniendo más de 72 millones de nombres. Los de todo el país alcanzarán los 250 millones de inscritos y estarán disponibles a finales del año próximo.

Que nadie espere, sin embargo, encontrar en las listas el número de Kate Moss, Mick Jagger o J. K. Rowling.