El Gobierno de la República Checa anunció ayer el reforzamiento de las medidas de seguridad en Praga tras haber sido informado por los servicios secretos y la policía de la existencia de un "riesgo elevado" de atentado terrorista en la capital. "El Gobierno ha recibido de la parte de los servicios secretos una información de carácter fundamental sobre un riesgo elevado de un acto terrorista en Praga, vinculado a una amenaza terrorista en el extranjero", declaró el primer ministro, Mirek Topolanek.

"En este momento, no hay ningún riesgo inminente", precisó, sin dar detalles sobre la naturaleza y el origen de la supuesta amenaza terrorista.

"La policía y los servicios de información actúan de manera muy profesional, y han adoptado todas las medidas necesarias para eliminar la amenaza", sostuvo. Minutos antes, durante la mañana, el presidente de la policía checa, Vladislav Husak, anunció durante una conferencia de prensa que la policía había aumentado la vigilancia de "decenas de edificios de Praga", sin ninguna precisión sobre los lugares afectados.

El riesgo de atentados afecta sobre todo al centro, según el alcalde de la ciudad, Pavel Bem. Hasta el momento, nadie ha sido detenido en la República Checa en el marco de todas estas amenazas.