Es una tradición que los talibanes aprovechen el invierno para suspender temporalmente las acciones armadas, pero este año no será así. Responsables del Gobierno afgano temen que los rebeldes mantengan la ofensiva a pesar de la crudeza del invierno asiático, pues este año están "mucho más activos" y no permitirán que la OTAN disponga de varios meses para consolidar sus posiciones en el sur del país. Mientras, el despliegue de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) ha derivado en una dispersión de los talibanes.