Los sindicatos alemanes protestaron masivamente ayer contra los recortes sociales que lleva adelante el Gobierno de la gran coalición que encabeza la cancillera Angela Merkel. En la primera gran protesta contra este Gobierno, se calcula que unas 220.000 personas se congregaron en diversas manifestaciones en las principales ciudades del país, en especial en Stuttgart, Francfort y Berlín.

El presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), Michael Sommer, exigió un cambio de rumbo en la política laboral. Sommer acusó al Gobierno de practicar una política basada en un "cinismo descarado", por ejemplo cuando aumenta la edad de jubilación hasta los 67 años. También criticó los planes del Gobierno para conceder garantías tributarias a las empresas alemanas que permanezcan en el país.