El Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi logró ayer la holgada confianza de la Cámara de Diputados para la reforma de la fiscalidad que incluye el proyecto de presupuestos para el 2007, un asunto que divide a la coalición que encabeza. La reforma fue aprobada con 327 votos favorables y 227 en contra.

Antes de la celebrarse la votación, la sesión tuvo que ser suspendida después de que dos diputados, uno del partido centrista perteneciente a la coalición gubernamental y otro de la Liga Norte, casi acabaran a golpes por los presupuestos. Los diputados del centroderecha exhibieron pancartas en las que se leía Prodi mentiroso.

CERRAR FILAS En seis meses de legislatura, es la octava vez que el Ejecutivo de Prodi recurre al voto de confianza con la esperanza de acelerar los trámites legislativos de leyes y cerrar filas entre los diputados de la coalición. La último votación se promovió en vistas a las enmiendas presentadas al decreto presupuestario por parte de la oposición, que podrían demorar mucho tiempo el debate. El jefe del Ejecutivo reunirá hoy a los jefes de las nueve formaciones políticas que componen la coalición para obtener un apoyo sin fisuras a un presupuesto de rigor que prevé subidas de impuestos y la reducción del gasto público en 10.000 millones de euros.

Prodi no lo tendrá fácil para convencer a sus socios de las bondades del presupuesto que presenta. A cambio, es posible que tenga que comprometerse con algunas reformas. Unir al Gobierno es vital para Prodi: en el Senado solo cuenta con un voto de ventaja.