Karl Rove, uno de los asesores más veteranos en el Gobierno del presidente

estadounidense, George W. Bush, dejará el cargo el próximo 31 de agosto, anunció

hoy el diario "The Wall Street Journal". El asesor, que ha sido uno de los

principales apoyos de Bush desde que éste llegó a la Casa Blanca, en 2001,

anunció su intención de dimitir y volver a Texas, donde fue empresario, en una

entrevista con el diario económico.

Según el periódico, Rove ya quiso dimitir de su cargo hace un año, pero

retrasó su salida del Ejecutivo debido a los diversos problemas políticos a los

que el Gobierno de Bush se ha enfrentado o relacionados con su intervención en

Irak o la aprobación de las nuevas leyes de inmigración. "Creo que ha llegado la

hora", asegura Rove en la entrevista. "Siempre hay algo que te mantiene aquí, y

aunque me gustaría quedarme, tengo que hacer esto por el bien de mi familia",

subraya.

El rotativo señala que Rove, que también fue asistente del padre de George W.

Bush, posee una casa en Ingram, en el estado de Texas, junto a su esposa, y

tiene un hijo que estudia en la cercana ciudad de San Antonio. En sus

declaraciones, Rove dice que espera que el Partido Demócrata escoja como

candidata a las elecciones presidenciales de 2008 a la senadora Hillary Clinton,

a la que califica de "tenaz".

Una carrera meteórica

Nacido en Denver en 1950, en 1973 trabajó como asistente de George Herbert

Walter Bush en el Comité Nacional republicano y a principios de los años ochenta

se asentó en Texas, donde abrió una oficina de consultoría política. Su primer

cliente fue Bill Clements, el primer gobernador republicano del siglo XX en

Texas, para el que trabajó en 1978. A finales de la década de los ochenta, se

convirtió en el número uno del marketing político, con una envidiable lista de

contactos, y convenció y reclutó a importantes políticos del Partido Demócrata,

para que se pasaran al Partido Republicano.

Sus detractores le acusan de haber destruido la reputación de varios

demócratas con métodos poco éticos como escuchas telefónicas. Es a Rove a quien

se atribuye haber convencido a George W. Bush de sus posibilidades de victoria

en las elecciones a gobernador de Texas de 1994 y luego le animó a presentarse

después como candidato a presidente. Tras la victoria de Bush el 7 de noviembre

de 2000, el 4 de enero de 2001, Rove, fue nombrado asesor político de la

Presidencia de EEUU, un cargo clave en la Casa Blanca.

Tras los cambios desatados con los atentados del 11 de septiembre de 2001 los

colaboradores de Bush, entre ellos, Karl Rove, trataron de recuperar la

iniciativa política interna tras concluir la guerra en Afganistán, centrándose

en Irak. Rove es considerado el artífice de la victoria del Partido Republicano

en las últimas elecciones de medio mandato en noviembre de 2002, que permitieron

al partido Republicano, retomar el control del Congreso.

Fue involucrado en la investigación judicial por la filtración a la prensa

del nombre de la agente de la CIA Valerie Prime en el escándalo de la

investigación de la supuesta venta a Irak de uranio de Niger. Hasta el momento

ha salido indemne, no así su colega Lewis "Scooter" Libby, el asesor del

vicepresidente, Dick Cheney condenado a dos años y medio de cárcel por

obstrucción a la justicia y falso testimonio.