Al menos 175 personas murieron y más de 200 resultaron heridas tras la explosión
de cuatro camiones bomba conducidos por suicidas en la provincia septentrional
de Nínive, informaron a Efe fuentes policiales.
Las autoridades informaron de que los atentados fueron cometidos a partir de
las 20.00 hora local (17.00 GMT) en varias localidades cercanas a la capital de
la provincia, Mosul, a unos 400 kilómetros de Bagdad.
Según las primeras informaciones, los vehículos utilizados en los ataques son
cuatro camiones cisterna que llevaban combustible, aunque ese extremo no ha sido
confirmado por la policía ni por el ejército, que ha desplazado a sus tropas a
la zona para tomar el control de la situación.
La mayoría de las víctimas pertenecen a la secta yazidí, miembros de una
antigua minoría religiosa kurda, cuyas raíces se remontan a 2.000 años antes de
Cristo.
El pasado abril un total de 21 seguidores de este grupo religioso, al que los
fundamentalistas suníes consideran infiel, murieron en una emboscada tendida por
un grupo armado en Mosul.
Los hospitales de la zona se han visto desbordados por el gran número de
víctimas en los atentados de hoy, aunque las autoridades sanitarias han avisado
de que el número de muertes podría todavía crecer.
La oleada de atentados de hoy es una de las más sangrientas desde el
derrocamiento del ex dictador Sadam Husein, en abril del 2003, y el número de
muertos es el más elevado alto desde los ataques el pasado mes de noviembre en
la barriada chií de Ciudad Sadr, en Bagdad.