TRAS MÁS DE CINCO horas de incertidumbre, los secuestradores de un avión turco con 136 personas a bordo se rindieron en el aeropuerto de Antalya, donde la nave aterrizó para repostar, lo que aprovecharon los pilotos del aparato para huir por las ventanillas. Los dos jóvenes decían ser de Al Qaeda y querían ir a Teherán.