Cuando comenzó la guerra de Irak, eran muy minoritarias en Estados Unidos las muestras públicas de desaprobación. Conforme fue avanzando el mandato de Bush y la presencia militar estadounidense en el país, el descontento creció. Y ahora se ha sabido que la Casa Blanca tiene un manual con instrucciones para controlar a los manifestantes que intentan protestar en actos en los que participa el presidente.

La polémica guía ha salido a la luz gracias a una demanda de la Unión de Libertades Civiles de América y a un matrimonio que en el 2004 fue arrestado, en un acto pagado con dinero público en el que participaba Bush, por llevar camisetas con eslóganes como "el cambio de régimen empieza en casa". La Administración les indemnizará con 59.000 euros, pero todavía no ha admitido haber hecho nada impropio.

ÁREA DESIGNADA El primer paso, según las directrices, es lograr que se designe para los manifestantes un área "preferiblemente no visible" desde el escenario del acto o la ruta del convoy presidencial. Ya dentro, se insta a posicionar "escuadrones" de jóvenes republicanos o estudiantes que usen sus pancartas como escudos que bloqueen a los manifestantes. También se les anima a ahogar posibles gritos anti-Bush con cánticos (el recomendado es "¡USA!, ¡USA!"). La última opción es expulsar a los manifestantes.