El grupo talibán que mantenía secuestrados a 19 surcoreanos desde hace un mes y

medio puso hoy en libertad a doce de ellos, mientras se espera la pronta

liberación del resto gracias al acuerdo por el que Seúl se compromete a acelerar

la retirada de sus tropas de Afganistán.

Hacia el mediodía local fueron entregadas al Comité Internacional de la Cruz

Roja (ICRC) de Ghazni, en el este afgano, tres de las rehenes; pocas horas

después, este organismo recibía con alivio a otras cuatro mujeres y un hombre, y

a media tarde acogía a otras tres mujeres y un varón.

Según el líder tribal Haji Zahir Shah, que ha actuado de intermediario entre

los secuestradores y Seúl, la liberación se está produciendo por etapas porque

los secuestradores habían dividido a los surcoreanos en varios grupos y los

tenían retenidos en distintas áreas.

El dirigente tribal agregó que está previsto que los otros siete rehenes

recupere la libertad en las próximas horas, o en un máximo de dos o tres días.

Todo apunta a que se acerca el fin del largo capítulo del secuestro de los

surcoreanos, el mayor grupo de extranjeros capturado en la conflictiva

Afganistán desde la caída del régimen talibán, en 2001.

Capturados desde el 19 de julio

Los insurgentes capturaron a 23 misioneros evangélicos surcoreanos, en su

mayoría mujeres, el pasado 19 de julio, cuando viajaban en autobús por la

peligrosa ruta que une Kabul, la capital, con la ciudad meridional de Kandahar.

A los seis días, los rebeldes ejecutaron a tiros al líder del grupo, Bae

Hyung-kyu, un pastor evangélico de 42 años, y el 30 de julio asesinaron a otro

rehén, Shing Sun-min, de 29 años.

Según los talibanes, ambos fueron ejecutados como reacción al rechazo del

Gobierno afgano a su demanda de excarcelar a varios presos rebeldes.

En medio de los llamamientos internacionales para la liberación de los

secuestrados y tras largas negociaciones, los rebeldes aceptaron entablar un

diálogo directo con una delegación de Seúl, que logró que dos rehenes enfermas

fueran puestas en libertad el pasado 13 de agosto.

Acuerdo final alcanzado ayer

El acuerdo final se produjo ayer, martes, cuando los talibanes anunciaron que

liberarían a todos los surcoreanos porque Seúl se había comprometido a retirar

sus tropas de Afganistán lo antes posible. El pacto también estableció que los

surcoreanos voluntarios en ONGs en Afganistán abandonarían el país en el plazo

de unos días, mientras que Seúl aceptaba prohibir que más misioneros cristianos

de su país viajasen a territorio afgano.

Los talibanes, por su parte, aseguraron que no atacarían a los coreanos

mientras dejen el país, al tiempo que accedieron a abandonar su principal

reclamación inicial: la excarcelación de varios presos talibanes detenidos en

una cárcel de las afueras de Kabul.

El Gobierno afgano se había negado en redondo a esa exigencia, y había

señalado que haría todo lo posible para liberar a los surcoreanos pero siempre

"dentro de los límites de la legalidad y la Constitución" afgana.

Por su parte, el Gobierno de Corea del Sur reafirmó hoy la voluntad de

retirar las tropas surcoreanas de Afganistán y afirmó que el calendario del

repliegue será comunicado oficialmente en septiembre a los países aliados.

Seúl ya tenía previsto sacar sus militares del país centroasiático antes de

finales de este año, algo que reiteró públicamente un día después del secuestro.

En Afganistán continúa en manos de otro grupo talibán un ingeniero alemán,

Rudolf Blechschmidt, que fue secuestrado sólo un día antes que los surcoreanos

en la provincia centro-oriental de Maidan-Wardak junto con otro ingeniero de la

misma nacionalidad, asesinado por sus captores.

La semana pasada, una televisión local afgana difundió un vídeo en el que

Blechschmidt aparecía pidiendo ayuda a las autoridades de Berlín y Kabul, y

advertía de que su estado de salud no era bueno, ya que estaba como "prisionero"

en "muy malas condiciones".