El príncipe Enrique de Inglaterra ha logrado al fin hacer realidad su empeño de ir a la guerra. El nieto de la reina Isabel II, tercero en la línea de sucesión al trono, participa desde hace 10 semanas en Afganistán, con las tropas británicas contra los talibanes. Los medios de comunicación del Reino Unido mantenían un pacto de silencio, pero el secreto fue aireado ayer por una web de EEUU.

Enrique, de 23 años, subteniente del regimiento de la Guardia Real de Caballería (Household Cavalry), está desde diciembre en la provincia de Helmand, en el sur del país. Defensa confirmó la noticia y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Richard Dannatt, lamentó la filtración.