El diario Granma, órgano oficial del régimen comunista cubano, dobló ayer el número de páginas para airear, por primera vez, algunos de los problemas del país. El rotativo incluso publicó informaciones sobre la corrupción y la ineficacia del sistema económico. Artículos semejantes aparecieron también en Juventud Rebelde, la publicación de las Juventudes del Partido Comunista.

Granma apareció con 16 páginas, en lugar de las ocho habituales. En un editorial firmado por el director, el diputado Lázaro Barredo, el rotativo expresa su "inquietud" ante las expectativas de la población, que espera medidas para resolver "las necesidades acumuladas" durante años. El editorialista pide a los cubanos que aumenten su productividad y su ahorro. El texto admite, sin embargo, que pueden contemplarse algunas disposiciones como "el acceso al turismo y a la venta de electrodomésticos".

Hasta ahora, la prensa oficial cubana se había limitado a criticar a EEUU, su principal enemigo ideológico, sin cuestionar nada acerca de Cuba ni publicar jamás una información negativa. Los contenidos de ayer han sido considerados una prueba de los tímidos cambios iniciados por Raúl Castro, que acaba de suceder a su hermano Fidel en la presidencia del país.

DESERCIÓN DE FUTBOLISTAS La tímida apertura de esta prensa, la única existente en Cuba, no impidió que tanto Granma como Juventud Rebelde arremetieran contra la deserción de siete jugadores de la selección de fútbol sub 23, tras haber jugado un partido en EEUU clasificatorio para los Juegos Olímpicos. El suceso ocurrió hace cuatro días en Tampa y hasta ayer la prensa cubana no se hizo eco de la noticia. "Golpe bajo al fútbol cubano", tituló Granma, que tildó de "bochornosa" la deserción y la atribuyó a una ley de EEUU "alentadora de posturas desleales".