El único gobernador hispano en Estados Unidos, Bill Richardson, de Nuevo México, prestará su apoyo a Barack Obama para que este, y no su rival, Hillary Clinton, se convierta en el candidato del Partido Demócrata a la presidencia del país, según ha informado la televisión CNN. La decisión del muy conocido político hispano se perfila como un golpe duro para Hillary Clinton, quien hasta ahora ha contado con una gran ventaja con respecto a Obama en cuanto al apoyo de los hispanos.

"Obama nos ha mostrado qué clase de líder es", afirmó ayer en Portland Richardson, el único hispano al frente de un gobierno de Estado en el país, y él mismo aspirante a la candidatura presidencial hasta que se retiró de la campaña en enero. Richardson, de 60 años, fue secretario de Energía y luego embajador de EEUU ante las Naciones Unidas durante la administración de Bill Clinton, y tiene una larga carrera como miembro de la Cámara de Representantes.

La campaña de Obama atraviesa por un momento difícil desde que la televisión divulgó fragmentos de sermones de Jeremiah Wright, el pastor de la iglesia de Obama, con frases de condena a EEUU por la historia de racismo y política exterior.

Richardson elogió ayer el discurso con el cual Obama respondió a la controversia sobre Wright, y sostuvo que "el senador nos habló como adultos, no eludió un asunto que es difícil y sobre el cual tenemos que hablar, y nos mostró que el cinismo no es realismo, y que la esperanza no es tontería".