Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y EEUU, George W. Bush, firmarán en Sochi el próximo domingo un acuerdo marco que servirá de "hoja de ruta" para ambos países tras el cambio este año de sus administraciones, anunció hoy el Kremlin. "En Sochi no solo harán el balance de su gestión. También se planea adoptar una 'hoja de ruta' para los futuros presidentes de Estados Unidos y Rusia", declaró a la agencia Interfax un alto funcionario del Kremlin. Explicó que "los expertos redactan un documento conjunto sobre los marcos estratégicos de las relaciones bilaterales, que servirá de dicha 'hoja de ruta' en el período transitorio (el cambio de las administraciones) y en una perspectiva cercana y a medio plazo".

La fuente confirmó que el documento tratará sin falta el tema más espinoso en las relaciones ente ambos países, que son los planes del Pentágono de instalar en Europa del Este elementos de su escudo antimisiles, que Rusia considera una amenaza para su seguridad. Agregó que esta reunión, que Moscú considera "significativa y políticamente importante", será "el encuentro final" de los dos gobernantes antes de que Putin abandone el Kremlin el 7 de mayo y Bush la Casa Blanca en noviembre próximo.

En Sochi, balneario del mar Negro y lugar de descanso del líder ruso, se espera que Bush intente entrever la futura configuración del poder en Rusia, cuando Putin deje el Kremlin en manos de su sucesor, Dmitri Medvédev, y asuma la jefatura del Gobierno. Previamente, Bush y Putin se verán esta semana durante la cumbre de la OTAN en Bucarest, donde se decidirá otro asunto que preocupa sobremanera a Rusia: la eventual invitación de Ucrania y Georgia al Plan de Acción de la Alianza, considerado la antesala del ingreso.

La elaboración de un acuerdo marco estratégico que deberá regir las futuras relaciones entre Moscú y Washington se acordó a mediados de marzo en Moscú durante una nueva ronda de consultas en el formato "2+2". En aquellas conversaciones participaron los secretarios de Estado y Defensa norteamericanos, Condoleezza Rice y Robert Gates, y los ministros rusos de Exteriores y de Defensa, Serguéi Lavrov y Anatoli Serdiukov. "Ese documento, sin ser un tratado oficial, debe reflejar toda la amplitud y profundidad de las relaciones ruso-estadounidenses y sentar las bases para su ulterior desarrollo", subrayó entonces la secretaria de Estado.

Explicó que los puntos de ese acuerdo sobre los que las partes había logrado consenso son "la lucha contra el terrorismo nuclear" y la necesidad de garantizar que países que desean poseer la energía nuclear obtengan acceso al combustible atómico sin poner en peligro el régimen de no proliferación.