El Pentágono exigió hoy explicaciones a Pakistán después de que su ejercito disparara en la zona fronteriza con Afganistán contra dos helicópteros estadounidenses de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN.

"Los paquistaníes tienen que darnos explicaciones de por qué ha ocurrido" este incidente, dijo el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman. El portavoz confirmó hoy a la prensa que los dos helicópteros atacados eran estadounidenses, y aseguró que en ningún momento entraron en territorio paquistaní.

El portavoz del Pentágono informó, además, de que los altos mandos militares de la OTAN y de EEUU habían iniciado conversaciones con sus colegas paquistaníes para obtener una explicación de lo ocurrido y un compromiso de que no se repita.

El ejercitó paquistaní mantiene, sin embargo, que los dos helicópteros atacados sí entraron en su territorio. Según un comunicado de la OTAN difundido en Kabul, el incidente, en el que no se registraron bajas ni daños, se produjo cuando los helicópteros realizaban "operaciones rutinarias".

"Helicópteros de la ISAF recibieron fuego de artillería ligera desde un puesto de control militar fronterizo cerca del distrito de Tanai", en la provincia oriental afgana de Khost, asegura el comunicado.

"En ningún momento los helicópteros de la ISAF entraron en el espacio aéreo paquistaní", subrayó la fuerza, que añadió que está "trabajando" con las Fuerzas Armadas de Pakistán "para resolver el asunto".

En la provincia de Khost están destacadas fundamentalmente tropas norteamericanas de la ISAF. Fuerzas de EEUU encabezan además una "coalición antiterrorista" que opera en Afganistán, bajo mando directo de Washington, y que en las últimas semanas ha intensificado sus operaciones contra la insurgencia en la franja tribal paquistaní.

Habitualmente, se trata de aviones sin piloto que cruzan la frontera y disparan misiles contra supuestas posiciones talibanes, pero el pasado día 3 se registró una incursión de helicópteros con comandos que asaltaron la población de Angorada, donde murieron 20 personas.

Esta incursión suscitó la protesta de las autoridades de Pakistán, que amenazaron con repeler otros ataques en defensa de su soberanía e integridad territorial.

De hecho, en los últimos días soldados y tribus locales paquistaníes han rechazado dos intentos de cruzar la frontera por parte de helicópteros norteamericanos, aunque el Ejército ha negado cualquier implicación.