EL GOBIERNO británico ha elaborado planes para abolir la antigua legislación que prohíbe a los católicos ascender al trono en el Reino Unido, así como el requisito de que los varones tengan prevalencia sobre las mujeres en la sucesión, según informó ayer el rotativo The Guardian. Las leyes, que datan de 1688 y 1707, limitan los derechos de sucesión a los protestantes.