La policía italiana asestó hoy un duro golpe al clan de los Casalesi, de la Camorra napolitana, al detener a 30 mafiosos, entre ellos cuatro capos de la "familia", emitir otras órdenes de arresto contra 77 mafiosos ya encarcelados e incautarse de bienes por valor de 100 millones de euros.

En la operación policial, informaron fuentes de la Dirección Central contra la Criminalidad, participaron 500 agentes, que detuvieron, entre otros, a Giuseppina Nappa, de 48 años, esposa de Francesco Schiavone, apodado "Sandokán", de 55 años, encarcelado desde 1998 y considerado todavía el jefe del clan.

Los otros detenidos importantes son los capos Alessandro Cirillo, alias "el sargento", Oreste Spagnuolo y Giovanni Letizia, considerados los inductores y ejecutores de la matanza de Castelvortuno, localidad de la provincia de Caserta (cercana a Nápoles), donde el pasado 18 de septiembre fueron asesinados un italiano y seis inmigrantes africanos.

Giuseppina Nappa está acusada de chantaje y encubrimiento y de haberse quedado con el dinero que la organización criminal asegura todos los meses a los miembros del clan encarcelados. Cirillo, Spagnuolo y Letizia fueron detenidos en un chalé de la localidad de Licola, cercano a Castelvorturno. Los tres están considerados miembros del ala "dura" y los agentes les aprehendieron varias pistolas de gran calibre y metralletas.

Paralelamente, la Policía Fiscal (Guardia di Finanza) confiscó al clan de los Casalesi inmuebles y otros bienes en las provincia de Caserta, en las regiones de Lazio (cuya capital es Roma) y Toscana por valor de cien millones de euros.