Presencia de fuerzas del orden contra la ocupación de facultades y escuelas. Lo anunció ayer Silvio Berlusconi ante la inesperada ola nacional de protestas y manifestaciones de los estudiantes, profesores e incluso de algún rector universitario contra una reforma parcial de la educación que está pendiente de ser aprobada por el Parlamento. La misma prevé el recorte de más de 80.000 profesores y administrativos, la reducción de fondos para la investigación, la introducción de la figura del maestro único en la enseñanza elemental, la separación entre italianos e inmigrantes y una nota en conducta válida para pasar de curso.

"Aviso a los navegantes", anunció Berlusconi en tono firme en una rueda de prensa, quien además dijo que no permitiría la ocupación de escuelas y universidades, por lo que a media tarde convocó al ministro de Interior "para estudiar con él las intervenciones de las fuerzas del orden". Al mismo tiempo, se quejó de la prensa y conminó a los informadores a que dijeran a sus directores que, en el caso de que su rueda de prensa no reciba cobertura, las autoridades se indignarían y preocuparían "mucho". De paso, el primer ministro subrayó que "la televisión pública difunde sólo imágenes de protesta" (de los estudiantes) y que le preocupa "este divorcio entre los medios y la realidad".

"FUI UN ALUMNO MODELO" Después de explicar que él fue un "estudiante modelo y muy diligente, que nunca manifestó ni protestó", aseguró que no retiraría el decreto de reforma de la escuela, acusó a la oposición con "un pliego de sus mentiras", al tiempo que advirtió a los estudiantes que "el Estado debe garantizar el derecho al estudio" y que "quien cometa delitos será castigado". "No retrocederé ni un milímetro y tenéis cuatro años y medio para protestar", dijo, mientras golpeaba la mesa.

Walter Veltroni, líder del Partido Democrático, invitó a "ignorar las palabras de Berlusconi". Por su parte, los estudiantes y profesores prometieron continuar. "No nos pararán", declaró Luca De Zolt, portavoz de la Red Nacional de escuelas medias. "Son intimidaciones de bajo pelaje", respondieron los universitarios de Siena. "Son palabras de desprecio", añadió Stefano Vitale, de la Unión de Estudiantes de Roma. Ayer por la tarde fueron ocupadas cuatro facultades universitarias en Roma, dos en Turín y en Cagliari (Cerdeña), el rectorado de Bolonia, mientras que en Trieste, Florencia, Milán y en varias capitales del sur las clases seguían suspendidas.