Médicos sin Fronteras (MSF) anunció ayer que retirará a todos sus efectivos de la región sudanesa de Darfur. Esta decisión llega tras el secuestro, el miércoles, de tres cooperantes de su sección belga en el campo de refugiados de Sherif Umra (norte de Darfur). Dos colaboradores sudaneses, raptados con ellos, fueron liberados ilesos horas después.

MSF indicó que está "extremamente preocupada tanto por sus miembros secuestrados como por la población" que atendía. "Solo permanece el personal estrictamente necesario para facilitar la liberación de los secuestrados", afirmó en rueda de prensa el director general de MSF Bélgica, Christopher Stokes.

La identidad de los captores se desconoce. Se trata de "una banda armada", dijo el director de operaciones de MSF en la región, Stephan Goetghebuerque. El gobernador de la región afirmó que los secuestradores ya habían pedido un rescate y que las negociaciones estaban en marcha.

La evacuación de los equipos de MSF significa la interrupción de gran parte de los servicios médicos esenciales que proporcionaban en Darfur. La organización tenía unos 60 cooperantes trabajando en la región, pero la mitad ya dejaron el país la semana pasada, a raíz de la decisión del Gobierno sudanés de expulsar a 13 oenegés.