El presidente del nuevo Gobierno somalí de transición, Sheik Sharif Ahmed, antiguo líder islamista rebelde, prometió ayer a la comunidad internacional "hacer todo lo posible" para devolver la paz y la estabilidad al país tras 18 años de caos continuado. Durante la Conferencia Internacional de Apoyo a Somalia celebrada en Bruselas, Ahmed también se comprometió a "intensificar los esfuerzos" de su Gobierno para acabar con la acción cada vez más agresiva de los grupos piratas en las costas somalís.

"Este fenómeno no durará para siempre", aseguró en la conferencia de prensa Ahmed, aunque evitó utilizar el término pirata y eludió responder a la pregunta de si emprenderá una operación militar contra las bases de esos grupos. Por el momento, solo las misiones internacionales de vigilancia marítima, como la europea operación Atalanta, plantan cara a la piratería.

DONACIONES La comunidad internacional prometió 164 millones de euros para reforzar la seguridad de Somalia. La Unión Europea (UE) donará 72 millones, de los que 60 se destinarán a financiar una fuerza de 6.000 soldados y los otros 12 a formar a 12.000 policías durante un año, explicó el comisario de Desarrollo, Louis Michel. La UE aportará, además, 48 millones para ayuda humanitaria y 18 para la creación de un Estado de derecho. España donará 6 millones para la misión de seguridad.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró "esperanzado, pero realista", por lo que recomendó a la comunidad internacional "paciencia", porque "la paz, la estabilidad y la seguridad no se producirán de un día para otro".

El responsable de la política exterior europea, Javier Solana, expresó su confianza en que el nuevo Gobierno provisional somalí, elegido en enero bajo los auspicios de la ONU y respaldado por la Unión Africana, permita "restablecer la estabilidad en el país y derrotar a los piratas".

Solana y Ban Ki-moon evitaron pronunciarse sobre la posible integración en el proceso de paz del líder islamista rebelde Sheik Hassan Dahir Aweys, que está incluido en las listas internacionales de terroristas y que acaba de regresar al país.

Aweys, que niega tener vínculos con Al Qaeda, se ha unido a las fuerzas de Hizbul Islam, que junto con los militantes de Al Shabab, continúan la lucha contra el nuevo Gobierno.