La gripe porcina se une a la lista de enfermedades de origen animal que pueden ser contagiadas a los humanos como la Enfermedad Espongiforme Bovina (EEB, conocida como el mal de las vacas locas) o la Gripe Aviar.

Además existen otras enfermedades de animales que llevan a tomar medidas sanitarias, como la fiebre aftosa y la lengua azul.

La de mayor gravedad es la enfermedad de las vacas locas, diagnosticada por primera vez en 1985 en el Reino Unido.

Se trata de una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central de los bovinos que se caracteriza por la aparición de una serie de alteraciones en el comportamiento que concluyen con la muerte.

En noviembre de 2000 se detectaron en España los primeros casos de reses con EEB en Galicia.

Seguidamente se cerraron las fronteras a la importación de vacuno de reproducción de Francia e Irlanda, prohibición que se sumaba a las que ya mantenía con respecto a Reino Unido, Portugal y Suiza.

Además, el Consejo de Ministros aprobó la creación de una Comisión Interministerial de Seguridad Alimentaria; así como, una serie de medidas sobre la destrucción de los materiales específicos de riesgo y la adquisición de test Prionic para detectar la EEB.

En junio de 2005 se confirmó la primera muerte de una persona en nuestro país por la variante de la enfermedad de Creutzfeldt Jacob.

Los casos de "vacas locas" hasta abril de 2009 ascendían a 752. Los dos primeros se detectaron a finales de 2000. A lo largo de 2001 se confirmaron otros 82; en 2002, 127; en 2003, 167; 137 en 2004; en 2005, otros 98; en 2006, 68; 39 en 2007; 25 en 2008; y 7 en 2009.

En el caso de la gripe aviar, enfermedad infecciosa de las aves de la que se conocen quince subtipos de virus de la gripe que infectan a estos animales, el más preocupante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la cepa H5N1, que afecta también a las personas.

El contagio se produce por contacto estrecho con el animal enfermo, generalmente aves, aunque también se ha detectado en cerdos y felinos. Los primeros casos en humanos se detectaron en 1997 en Hong Kong, donde la OMS confirmó ese año 18 casos de la gripe aviar en personas, de las que seis murieron. Reapareció a finales de 2003 en Corea del Sur y Vietnam y desde entonces se ha cobrado la vida de al menos 257 personas según la OMS, ninguna de ellas en España, a consecuencia de esta enfermedad. En abril de 2005, el Ministerio de Sanidad español y la Comunidades Autónomas acordaron la compra de dos millones de dosis del antiviral Tamiflu. Un año más tarde, el 7 de julio de 2006 se confirmó el primer caso de gripe aviar (de la cepa H5N1) en un somormujo lavanco encontrado muerto en el Parque de Salburua (Vitoria). A continuación, el Comité Nacional de Alerta Sanitaria Veterinaria reforzó la vigilancia frente a la gripe aviar en los humedales del norte y del valle del Ebro