Un niño de 23 meses fallecido en Texas se ha convertido en la primera víctima mortal de la gripe porcina en Estados Unidos, según informaron hoy las autoridades. Se trata también de la primera víctima mortal registrada en el mundo fuera de México. Las autoridades no han dado más detalles sobre el caso. En Estados Unidos ya se han confirmado 65 casos, seis de ellos en Texas, la mayoría de ellos leves.

El virus se propaga, con más de un centenar de casos confirmados en 9 países El virus de la gripe porcina, que se relaciona con la muerte de 159 personas en México, sigue propagándose por el mundo y hoy son ya más de un centenar los casos confirmados de la enfermedad en nueve países. Alemania, con al menos tres pacientes infectados, y Costa Rica, con dos, se han sumado en las últimas horas a una lista que forman, además, México, Estados Unidos, Canadá, España, el Reino Unido, Israel y Nueva Zelanda. En México, el único lugar del mundo con víctimas mortales, los decesos sospechosos ascienden a 159, aunque se han rebajado a siete confirmados por el virus en lugar de los 20 que se contabilizaban hasta ahora, con 2.498 potenciales infectados. Las autoridades de EEUU han notificado 64 casos confirmados de gripe porcina, mientras en Nueva Zelanda suman 14 y en Canadá, 13. España, el Reino Unido e Israel han confirmado la existencia de dos contagiados cada uno, así como en Costa Rica, donde además se analizan otros 14 probables, uno de ellos "altamente sospechoso". Alemania es, por ahora, el último país en confirmar hoy nuevos casos, al menos tres, todos ellos de personas que habían viajado recientemente a México. De hecho, las autoridades ya han advertido de que esperan más contagios, pues unos 9.000 alemanes se encuentran de viaje turístico en el país norteamericano. "La situación continúa evolucionando rápidamente", según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hasta las 19.15 GMT de ayer cifraba en siete los países que le habían informado oficialmente de resultados positivos en unas pruebas de laboratorio que estos días se repiten en todos los rincones del mundo. La OMS estudia aumentar el nivel de alerta a medida que se vayan confirmando nuevos enfermos, lo cual parece inevitable, pues los casos sospechosos aumentan a un ritmo creciente, al igual que las medidas puestas en marcha para controlar la expansión del virus. En México, que hoy vive su sexto día bajo la emergencia sanitaria por el brote, los autoridades de la capital, donde se localizan los siete muertos confirmados por el virus, han endurecido las medidas sanitarias con el cierre de los locales de ocio y entretenimiento y parcialmente de sus 35.000 restaurantes. Las nuevas restricciones dejan prácticamente paralizada esta urbe de nueve millones de habitantes -casi 19 millones si se toma en cuenta su zona metropolitana-, donde ya se habían suspendido los actos públicos y se habían cerrado los colegios, universidades y guarderías. Los efectos de la gripe porcina son evidentes en la economía mexicana son evidentes, como sucede en el sector turístico. En los 17 cruceros que iban a llegar esta semana a los puertos de Cozumel y Mahahua y que han sido suspendido sus escalas en el Caribe mexicano temporalmente se esperaba a más de 35.000 pasajeros que se iban a gastar más de 40 millones de pesos (2,9 millones de dólares). En EEUU, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, acudirá hoy ante un comité del Senado para explicar las medidas que ha tomado el Gobierno del presidente, Barack Obama. La gripe porcina no se ha cobrado aún ninguna víctima mortal en el país, aunque el director en funciones del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Richar Besser, se mostró "totalmente convencido de que habrá muertes por esta infección". De momento, los análisis efectuados a dos fallecidos en California han revelado que la causa del deceso no fue la gripe porcina, a pesar de lo cual el gobernador del estado, Arnold Schwarzenegger, mantiene el estado de emergencia. Mientras, el temor a la propagación del virus mantiene a los Gobiernos alerta con recomendaciones que van desde no viajar a la zona del brote hasta prohibir o limitar la importación de cerdos procedente de Norteamérica, y eso que los investigadores insisten en que comer carne de cerdo no contagia el virus.