La CIA invirtió millones de dólares en subcontratar con la empresa Blackwater la captura o asesinato de miembros de Al Qaeda, según funcionarios de la actual Administración y la anterior citados hoy en la edición digital de The New York Times.

Según el rotativo, en el 2004 la CIA subcontrató con la empresa privada del negocio de la seguridad Blackwater USA -sociedad que emplea mercenarios según informes de Naciones Unidas- parte de un programa secreto para localizar y asesinar a los máximos dirigentes de la red terrorista Al Qaeda.

El entonces gobierno de George W. Bush, que ocultó al Congreso estadounidense el programa, había decidido que el asesinato de miembros de Al Qaeda era igual que matar soldados enemigos. Y por ello la CIA no estaba limitada por la orden firmada en 1976 por el expresidente Gerald Ford que prohibía los asesinatos a la CIA tras difundirse planes y complots contra Fidel Castro y otros dignatarios extranjeros, explica el diario.

SIN RESULTADOS

Pese a la inversión de "varios" millones de dólares, según el rotativo, el plan no permitió lograr la captura ni el asesinato de ningún terrorista sospechoso.

Según el diario, la subcontratación del programa de capturas y asesinatos "alarmó" al actual director de la CIA, Leon Panetta, quien el pasado junio convocó una reunión urgente para informar al Congreso de que la agencia había ocultado a los congresistas los detalles del asunto durante siete años.

La compañía Blackwater, fundada por Erik D. Prince, ha obtenido numerosos contratos oficiales en Irak como el del Departamento de Estado norteamericano para proteger a sus diplomáticos. Sus actividades han suscitado en Irak y en Estados Unidos, entre otros países, numerosas y graves acusaciones de asesinatos rutinarios y brutalidades, así como excesos rutinarios en el empleo de sus armas.

MÉTODOS DUDOSOS

Uno de los casos más conocido es el del tiroteo indiscriminado en el centro de la capital iraquí el 16 de septiembre de 2007 ocurrido en la plaza bagdadí de Al Nasur, donde murieron 17 personas y otras 27 quedaron heridas.

La sociedad, ahora denominada Xe Services al verse obligada a cambiar de nombre por su pésima reputación y el veto a operar en Irak, ha contratado entre otros altos ex responsables de la CIA a Cofer Black, ex jefe del centro antiterrorista de la agencia de espionaje tras el 11 de septiembre de 2001.

Por su parte, la agencia de espionaje estadounidense otorgó en 2002 un contrato clasificado para custodiar las instalaciones de la CIA en Kabul y mantiene otros contratos clasificados, según miembros de la Administración actual y anterior citados por el diario. El portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, eludió facilitar datos sobre el citado programa pero si quiso en cambio subrayar lo acertado de la decisión de su jefe, Leon Panetta, de informar al Congreso. La portavoz de la empresa no atendió las llamadas del periódico.