El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ve cómo la oposición a que tres mujeres formen parte de su Gobierno crece por momentos. A la negativa de los sectores más conservadores de su partido se suma ahora el rechazo de varios de los ayatolás más reconocidos del chiísmo.

Los grandes clérigos, que instan al presidente a reconsiderar su iniciativa, plantean dudas sobre la idoneidad de la medida desde el punto de vista de la jurisprudencia islámica. El presidente del grupo de clérigos en el Parlamento, Mohamad Taqi Rahbar, añadió en una entrevista al periódico Tehran Emrouz que tienen dudas de la capacidad y la habilidad de gestión de las mujeres en un cargo de esta envergadura.

De superar los obstáculos, sería la primera vez en 30 años, desde la Revolución Islámica de 1979, que las mujeres forman parte del Ejecutivo del país.

La Constitución iraní obliga a que el Parlamento apruebe la propuesta de cada uno de los 21 miembros llamados a integrar el Ejecutivo. Tras haber cumplido el trámite de la presentación ante el Parlamento de la lista de ministros propuestos, está previsto que los votos de confianza empiecen el próximo día 30.

ORDEN SUPREMA Por otra parte, el expresidente iraní Ali Akbar Hashemi Rafsanyani instó ayer a sus compatriotas a acatar las órdenes del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, que llama a poner fin a la agitación social que vive el país desde las elecciones del 12 de junio, en las que Ahmadineyad se hizo con el poder en medio de acusaciones de fraude electoral.