La Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU) de la cancillera Angela Merkel ha sufrido hoy una fuerte caída de votos en las elecciones regionales de Turingia y el Sarre (este y oeste respectivamente), donde ha quedado muy por debajo de la mayoría absoluta que tenía, en unos comicios clave a un mes de las generales del 27 de septiembre.

En ambos estados, donde hasta ahora gobernaba en solitario, la CDU habría bajado más de 10 puntos y se situaría entre el 30 y el 35%, según los sondeos a pie de urna de la cadena pública ZDF al cierre de los colegios electorales.

En el tercer estado en liza, Sajonia (este), donde lideraba una coalición con los socialdemócratas, los conservadores han cedido un punto para bajar al 40,5%.

COALICIÓN CON RESERVAS

El Partido Socialdemócrata (SPD) del aspirante a la Cancillería y ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier ha subido ligeramente en Turingia y se ha mantenido aproximadamente en los mismos niveles que en las regionales del 2004 tanto en el Sarre como en Sajonia.

Estos resultados abren la posibilidad de un relevo en el poder a favor de una alianza entre socialdemócratas y la Izquierda, tanto en Turingia como en el Sarre, en este caso contando con los Verdes.

Sin embargo, Steinmeier ha descartado la posibilidad de una alianza con la Izquierda a escala federal por diferencias insalvables en materia de Exteriores, por ejemplo, pero ha dejado carta blanca a sus líderes regionales para negociar una coalición.

VENCEDORES MORALES

La Izquierda, aglutinante de los poscomunistas y la disidencia del SPD en torno a su expresidente, Oskar Lafontaine –-quien dimitió en 1999 como presidente del partido SPD y ministro de Finanzas--, se ha perfilado hoy como vencedora moral, ya que de fuerza extraparlamentaria en el Sarre ha pasado a rozar el 20%, mientras que en Turingia se mantiene como segunda fuerza (tras la CDU), con un 26%.

Por su parte, el Partido Liberal (FDP), al que los sondeos apuntan como posible nuevo socio de Merkel tras las generales, ha sumado puntos en el Sarre y Sajonia y ha logrado entrar en el parlamento de Turingia.

Formar parte de un gobierno en el oeste, como el Sarre, sería un hito para ese partido, hasta ahora un proscrito en las coaliciones de esa mitad del país por aglutinar en sus filas a los poscomunistas, herederos del régimen germano-oriental.