No obstante, Jason Pensky, abogado del sospechoso, William Ortiz, dispondrá hasta el próximo 9 de septiembre para presentar cualquier alegación a la decisión del juez que preside el caso en un tribunal de Fort Lauderdale (norte de Miami), Jeffrey Levenson. Ortiz, de 37 años y origen puertorriqueño esta condenado a cadena perpetua en una cárcel del estado de Florida por otros crímenes. Debido a razones personales, Pensky no compareció en la vista judicial de hoy y lo hizo en su lugar, cuarenta minutos más tarde de la hora fijada, Philip Kim, socio del letrado de Ortiz. En la breve audiencia, Levenson concedió a Kim de plazo hasta el próximo 9 de septiembre para que "presenten cualquier moción" sobre la prueba de huellas dactilares que se realizará cinco días más tarde a Ortiz.

Tras la audiencia, el abogado de Ibar, Benjamin Waxman, explicó a Efe que la prueba de huellas dactilares es "un tipo muy específico de prueba de microscopía" y los resultados pueden estar listos en un par de dias. "Si en la comparativa de las huellas dactilares de Ortiz coinciden éstas con las que aparecen en el lugar del crimen" sería un gran paso y posiblemente no solicitaremos que se practiquen las de ADN. De momento, señaló Waxman, la defensa de Ortiz "no ha indicado nada" sobre su postura respecto de la realización de las nueva pruebas de huellas dactilares.

El caso Ibar dio un giro inesperado el pasado 19 de marzo cuando su abogado defensor entregó al juez una declaración jurada y sellada de un testigo que asegura que otra persona le confesó que era el autor de los asesinatos imputados a Ibar, de padre español y madre cubana ya fallecida. En la declaración, el testigo Juan Gispert dijo al abogado defensor que Ortiz le confesó que él era el autor del triple asesinato por el que fue condenado a muerte el español en el 2000. Ibar fue condenado a la pena capital por los asesinatos cometidos en 1994 de Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Rogers, que estaban en su casa de Miramar, crímenes que fueron grabados por cámaras de seguridad.

Con esa información, el letrado presentó en el 17 Circuito del Distrito Judicial del condado de Broward una alegación en la que pedía que se ordenase una "comparación del ADN, las huellas dactilares y el pelo de Ortiz con el ADN obtenido de una camisa azul (hallada en la casa) y 31 huellas dactilares sin identificar". Durante las sesiones de la audiencia probatoria de marzo pasado, Kayo Morgan, el primer abogado que defendió a Ibar, reconoció que cometió graves errores cuando defendió a su cliente. Morgan, abogado de oficio, admitió que su representación fue muy deficiente porque atravesaba un complicado período de su vida por los problemas de su esposa, que era drogadicta, así como por su mala salud.