Tras días de rumores y especulaciones, la Fiscalía de Perugia ha resuelto finalmente investigar al cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles y exministro del Papa, por corrupción agravada, tras hallar fuertes indicios que implicarían al prelado en una oscura trama de intercambio de favores con empresarios y políticos italianos.

Según la acusación, Sepe habría vendido de forma ilícita algunos inmuebles en el 2005, cuando era prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, la institución vaticana que se ocupa de administrar de los inmuebles de la Santa Sede y más conocida como Propaganda Fide.

El papel de Sepe fue destapado en el marco de una gran investigación sobre presuntas irregularidades cometidas en la concesión de contratos públicos a empresarios italianos y que también ha llevado a la Fiscalía a acusar a Pietro Lunardi, exministro de Transportes del actual primer ministro, Silvio Berlusconi. Hace unos días, el nombre de Sepe salió a la luz después de que Guido Bertolaso, jefe de Protección Civil, que también está siendo investigado por presuntos delitos en el sector inmobiliario, revelara que ha vivido gratis en un apartamento de Propaganda Fide en vía Giulia, en el centro de Roma, gracias a la mediación del cardenal Sepe.

Los fiscales han pedido también que se aclare la posición de Sepe en la venta, en el 2005, de un palacio en Roma de 960 metros cuadrados, de propiedad de Propaganda Fide, al exministro Lunardi por 4,1 millones de euros, un valor bastante inferior al del mercado.

DESTITUIDO Sepe, que fue nombrado ministro de Propaganda Fide en el 2001 por el difunto Juan Pablo II y que fue destituido por Benedicto XVI en el 2006 (pero que sigue ocupando cargos en instituciones vaticanas), declaró ayer que colaborará con los jueces y agregó: "Tras el calvario, vendrá la resurrección".