Tímido y de pocas palabras. Así describen al egipcio Ayman al- Zauahiri, de 59 años, sus compañeros de la Universidad de El Cairo, donde se graduó en 1974. El médico de Bin Laden, principal portavoz de Al Qaeda, era también el cerebro de la red terrorista. Desde ayer, ya es el hombre más buscado del mundo. EEUU ofrece por su cabeza 25 millones de dólares.

Nacido en 1951 en Maadi, barrio acomodado al sur de El Cairo, Zauahiri quiso ser cirujano, aunque sus amigos le recuerdan como un poeta. Sus intereses tenían raíces familiares: era hijo de un médico y nieto del imán de Al Azhar, una de las mezquitas más importantes del mundo árabe.

Ya adolescente reveló sus precoces convicciones. Con 15 años fue detenido por pertenecer a los Hermanos Musulmanes, y más tarde se uniría al grupo terrorista Yihad, nacido en Egipto en los 60. Implicado en el asesinato, en 1980, del presidente Sadat, pasó tres años en la cárcel, tras lo cual huyó a Arabia Saudí y luego a Pakistán.

En Peshawar, cerca de Afganistán, fue donde en 1985 conoció a Bin Laden, con quien organizó el traslado de 20.000 combatientes voluntarios contra la ocupación soviética.

De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen prosoviético de Kabul. A comienzos de los 90, Zauahiri siguió a Bin Laden a Sudán cuando este se estableció en Jartum tras ser expulsado de Arabia Saudí. A mediados de esa década viajó supuestamente a EEUU y el Reino Unido, utilizando siempre pasaportes falsos y en busca de donaciones económicas para su causa.

En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un vídeo con amenazas a EEUU por la detención del jeque Omar Abdel Rahman, en relación al atentado de 1993 en el World Trade Center de Nueva York. Tres años después, EEUU le incluyó en su lista negra por su conexión con los atentados contra las embajadas de Kenia y Tanzania, que causaron 240 muertos.

Por entonces Zauahiri ya era el ideólogo de Al Qaeda, tras la muerte en atentado de Abdulá Azam, mentor de Bin Laden. También era el médico personal del líder. Considerado la mente pensante del 11-S, el FBI le aupó al segundo lugar de los terroristas más temidos. Al cabo de un mes desapareció. Hoy se le supone en algún lugar entre Afganistán y Pakistán.